Comienza la Temporada de Ballenas Jorobadas en Bahía de Banderas y Más Allá

Cada diciembre, las costas de la Bahía de Banderas (y más allá) se convierten en uno de los escenarios naturales más extraordinarios del Pacífico mexicano para recibir a las ballenas jorobadas.

Oficialmente, su temporada de avistamiento comienza el 8 de diciembre, cuando estas majestuosas viajeras, después de recorrer miles de kilómetros desde las frías aguas del norte del continente, hacen su aparición en las costas de Riviera Nayarit, Puerto Vallarta y Costalegre. Usualmente, su visita se extiende hasta marzo.

Este fenómeno convierte a esta región del Pacífico mexicano en un punto clave para investigadores, operadores turísticos y amantes de la naturaleza que, año con año, esperan su regreso para documentar su comportamiento, fotografiarlas y/o simplemente maravillarse con su grandeza.

PUERTO VALLARTA Y RIVIERA NAYARIT: EL CORAZÓN DEL AVISTAMIENTO
La amplitud y serenidad de Bahía de Banderas (una de las bahías más grandes del mundo) brinda las condiciones ideales para que las ballenas jorobadas se reproduzcan y críen a sus ballenatos. Por ello, tanto Puerto Vallarta como Riviera Nayarit figuran entre los destinos más importantes para su observación responsable.

Prácticamente desde El Faro de Cabo Corrientes, hasta Punta de Mita, se pueden avistar a través de operadores turísticos que están alineados con las normas ambientales. Esas travesías, guiadas por especialistas certificados, no solo permiten vivir de cerca este espectáculo natural, sino que también brindan información valiosa sobre la especie, su migración y las mejores prácticas para asegurar su protección.

Debido a que el compromiso con un turismo responsable se ha fortalecido en los últimos años, durante esta temporada, las autoridades mantienen operativos de vigilancia para garantizar distancias de observamiento adecuadas y así contribuir al bienestar de los ejemplares.

COSTALEGRE: NATURALEZA EN SU ESTADO MÁS PURO
Aunque Puerto Vallarta y Riviera Nayarit concentran la mayor actividad, Costalegre (ubicada más al sur de Jalisco) también da inicio a su temporada. Aquí, el avistamiento se desarrolla en escenarios menos intervenidos, donde los recorridos suelen realizarse en grupos pequeños, favoreciendo una experiencia más íntima y silenciosa.

Los paisajes vírgenes de Chamela, Careyes y Tenacatita ofrecen un contexto distinto: uno que combina la sensación de aislamiento con biodiversidad y una tranquilidad que potencia la conexión con el entorno marino.

UN IMPULSO PARA LA ECONOMÍA Y LA CONSERVACIÓN
El inicio de la temporada de ballenas representa un motor natural para la economía regional. Hoteles, restaurantes, embarcaciones y guías certificados refuerzan su oferta, mientras que la demanda por tours y experiencias en la bahía aumenta significativamente.

Sin embargo, más allá del impacto turístico, la temporada también refuerza esfuerzos de conservación y educación ambiental. Asociaciones, biólogos y autoridades locales trabajan de manera conjunta para asegurar que la observación se realice con respeto, orden y plena conciencia del valor ecológico de este fenómeno.

UN ENCUENTRO QUE TRASCIENDE EL TURISMO
Con el arranque oficial de esta temporada, Puerto Vallarta, Riviera Nayarit y Costalegre reafirman su papel como destinos esenciales para presenciar el regreso anual de las ballenas jorobadas. Se trata de una experiencia que combina naturaleza, aventura y sensibilidad ecológica, accesible para viajeros de todas las edades.