La Ruta de la Raicilla en Cabo Corrientes: El Espíritu Artesanal del Pacífico

Jorge Chávez
Dic. 4, 2025
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Hacia el sur de Puerto Vallarta, donde la costa se percibe un poco más idílica y los ritmos cotidianos se alinean con la naturaleza, se encuentra el municipio de Cabo Corrientes, una de las cunas de la raicilla.

Este destilado artesanal, hoy reconocido con Denominación de Origen, encapsula más de 400 años de historia, identidad y pasión en cada una de sus botellas.

Para quienes viajan desde Puerto Vallarta o exploran la franja costera que recorre hasta Riviera Nayarit, una escapada a Cabo Corrientes representa un encuentro íntimo con la cultura local. Aunque los paisajes de esta región (playas vírgenes, montañas cubiertas de selva y pueblos donde la vida se mueve sin prisa) son un atractivo en sí mismos, la raicilla agrega una dimensión más profunda: el sabor de una tradición que ha sobrevivido gracias al trabajo comunitario y a su arraigo cultural.

En El Tuito, la cabecera municipal, el tiempo parece detenerse. Aquí, las tabernas familiares abren sus puertas para revelar un proceso que se mantiene casi intacto desde hace siglos. Agaves silvestres, cultivados bajo el sol costero, se cuecen lentamente en hornos tradicionales; luego, el vapor y el fuego dan paso al destilado que cada maestro raicillero perfecciona con su propio toque. El aroma del agave cocido, el sonido del alambique y las historias heredadas de generación en generación convierten cada recorrido en una experiencia sensorial que conecta al visitante con el alma del lugar.

A diferencia de otros destilados mexicanos, la raicilla conserva un carácter profundamente artesanal. Sus notas terrosas, ahumadas y ligeramente salinas evocan el territorio donde nace: una combinación de costa, montaña y selva que define la personalidad de Cabo Corrientes. Degustarla en su lugar de origen es comprender que cada botella no solo encierra un sabor, sino también el esfuerzo y la identidad de familias enteras comprometidas con preservar este legado.

Para los viajeros que buscan experiencias auténticas, la llamada “ruta de la raicilla” se ha convertido en una manera diferente de explorar la región. Entre paisajes naturales imponentes, ríos cristalinos y la calidez de las comunidades, esta travesía es un recordatorio de que Jalisco es mucho más que playas espectaculares: es una tierra donde la tradición sigue viva y se comparte con orgullo.

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